2. Supera la dependencia física

Durante las tres o cuatro semanas que necesitas para vencer la dependencia física, sufrirás episodios de ganas imperiosas de fumar. Las ganas de fumar duran segundos, menos de un minuto:

Sal de esa situación lo antes posible

Para salir de la zona peligrosa, recuerda tres pautas que te ayudarán:

Evita entrar en coflicto contigo mismo

Este tipo de pensamientos no te ayudan:

Quiero fumar; no puedo".
"Si fumara una caladita...; no debo".
"Dónde habrá tabaco; creo que lo tiré todo".
No te conviene darle vueltas: has decidido no fumar y eres capaz de ello.

Mejor piensa: "qué suerte que ya no fumo"

Cambia de escenario

Cuando fumabas, muchas veces tenías que cambiar de espacio para fumar: retirarte al balcón, salir un momento de un lugar público, etc. Así que ya sabes de qué va el asunto. Sólo que ahora tendrás que hacerlo al revés: tendrás que marcharte de donde estás para no fumar.
Por ejemplo, si estás en una reunión donde se fuma, donde hay cajetillas de tabaco por la mesa, y te entran ganas de fumar... no pasa nada si sales un momento. Levántate y ve al servicio o sal unos minutos a la calle.

Piensa en otra cosa

Si te resulta imposible moverte físicamente de donde estás, entonces piensa en otra cosa que no sea fumar. Por ejemplo, piensa en tus planes para el fin de semana o recuerda el fin de semana anterior.
Este método ya te ha funcionado en otras ocasiones: cuando has tenido un disgusto te has distraído para no darle vueltas, ¿verdad?

Pensar en otra cosa también te funcionará aquí

Y si todo esto no es suficiente tu médico puede proporcionarte un tratamiento farmacológico que aliviará los síntomas del síndrome de abstinencia